Supermartxe: a rey muerto rey puesto

A estas alturas de la película cualquiera sabe que el público gay es un animal gregario y de costumbres al que le cuesta cambiar de detergente y que no es demasiado exigente a la hora de buscar diversión. El santo grial que persiguen los empresarios de las Salas de Fiesta es una fórmula que por repetida no deja de ser menos cierta y en el Orgullo Gay adquiere una dimensión "peribrutal".

"chulos+música+drogas=$$$$"

La fiesta del Space se había convertido por méritos propios en uno de los grandes reclamos de las fiestas del orgullo pero, su absurda política de venta de entradas y el abusivo precio al que se habían puesto provocaron ya el año pasado el malestar de muchos fiesteros que decidieron no pasar por el aro del grupo FSM y probar suerte con "Supermartxe" la fiesta que se organizó en la sala La Riviera. Aún con esas el Space triunfó y los de FSM se forraron.

Este año los de FSM llevaron a la hilaridad el precio de la entrada que subió a la estratosférica cifra de 60€ por.... nada. Para que os hagáis una idea, "Alegria, la fiesta emblemática gay de NY que convoca gente de todo el mundo y que sorprende con escenografías espectaculares, famosos djs y gogos de infarto cuesta 60 $. Menos que lo que el Space pretendía cobrar a cambio de djs locales y un show mediocre.

Un precio razonable, una política de ventas amigable en lugar del cachondeo de "Ya no hay más entradas del Space" y el boca a boca de la buena experiencia que vivieron los que fueron a la última fiesta del Orgullo fueron suficientes para que se corriera la voz de que este año la mejor fiesta sería la de "Supermartxe". Y así fué.

Después del varapalo que se llevaron los del Space, que reunió menos gente que cualquier fiesta de las que organizan habitualmente, mucho van a tener que cambiar las cosas si el año que viene quieren aspirar a recuperar el trono, el cetro y la corona. Mientras tanto: "

"a rey muerto: rey puesto. Larga vida al rey"